Saturday, April 17, 2010

El sueño americano

or José R Uzal

A los corredores de bienes raíces les encanta difundir el mito del sueño americano, el cual definen como el llegar a ser propietario. Hoy en día al comenzar a perderse las propiedades los mismos corredores de propiedades acusan al sueño de haberse convertido en una pesadilla. Nada más lejos de la verdad. El real sueño americano se definió en la ciudad de Filadelfia, estado de Pensilvania en 1776. Los fundadores de la unión en su declaración de independencia lo describieron con estas palabras: “…Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad.”

Palabras que hoy en día tienen un tono casi subversivo. Pero para llegar a ser americano o para vivir aquí, hay que comprender y suscribirse a estos principios. Ese es el credo que define a los Estados Unidos. Ese es el verdadero sueño americano. Es el sueño que no conocen los que nos atacan pero nosotros si.

Todos los inmigrantes a este gran experimento, legales o ilegales, creen y practican esos principios. “…Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. El arriesgar la vida, en un desierto o en el mar abierto, para tener libertad y el derecho a buscar la felicidad, como la especifiquemos todos y cada uno de nosotros, nos define como inmigrantes con tanto derecho al sueño americano como los que llegaron a la bahía de Nueva York hace dos siglos.

El sueño americano expresa “….que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados...” Esa es la importancia de votar si podemos, o cabildear sino podemos votar. Son una forma de que los que no votan le puedan enviar un mensaje a los gobernantes. Todo el que resida en EE.UU. es gobernado y por lo tanto es parte de los que le otorgan el consentimiento al gobierno.

Por ultimo el sueño americano indica “…que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad…”

Afortunadamente, vivimos en una democracia representativa que nos permite reformar, en lugar de abolir, e instituir nuevos gobiernos cada cuatro años y demostrar nuestra opinión con el voto cada dos años. En noviembre la Cámara de Representantes, es su totalidad, fue a la reelección. Después de los comicios nacionales la balanza del poder cambio. Ahora ni podemos permitir que nos acusen de no querer aceptar y participar del sueño americano. Los que usan los medios de comunicación para vituperarnos y acusarnos de no querer ser americanos lo hacen no por demandar una reforma migratoria. Lo hace solo contra los hispanos, solo contra la frontera sur y solo contra los que buscamos una vida mejor con el sudor de nuestras frentes. Somos padres de americanos, trabajadores incansable, consumidores y pagamos impuestos ya seamos legales o ilegales.

No podemos continuar permitiendo que los demagogos en la radio y televisión nacional continúen sus campañas de mentiras y calumnias contra nosotros. Si no nos involucramos en el verdadero sueño americano, vamos a tener pesadillas en el futuro. Si no combatimos a los que cubren el racismo contra los hispanos con la manta de la inmigración, si no participamos en el dialogo publico y si continuamos patrocinando los anunciantes en los programas de nuestros enemigos y si continuamos sintonizando las emisoras que le dan cabida a aquellos que nos odian nunca; llegaremos a realizar la versión moderna del sueño americano que venden los corredores de bienes raíces.

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