Friday, April 9, 2010

La Reforma

por José R. Uzal

En las elecciones generales del pasado 7 de noviembre el pueblo americano envió un mensaje al Congreso: queremos una reforma migratoria. El pueblo americano no voto a favor de los Demócratas, voto contra los Republicanos por no haber hecho nada sobre la inmigración a pesar de haber sido ellos los que inyectaron el tema migratorio en la campaña electoral. La inacción migratoria les costo a los Republicanos el control del Congreso. Aparentemente los Demócratas no han comprendido el mensaje de los votantes ya que uno de los primeros dictámenes de la cúpula Demócrata fue declarar que para ellos una reforma migratoria no es prioridad legislativa.

El líder electo del nuevo bloque mayoritario en el Senado, Harry Reid, (D.Nevada) declaro: “Considero, como todos los demócratas, que necesitamos una reforma migratoria amplia, que allane el camino a la legalización (de los indocumentados) e incluya sanciones severas a quienes den trabajo (a los indocumentados)” El Senador Reid se acata a la política Demócrata, de que las reforma migratoria es un tema que no se resolverá de inmediato y que requieren un estudio profundo.

El problema con estudiar el problema migratorio es determinar que se va a estudiar. Hasta el presente el debate migratorio se ha basado en una sola frontera y en un solo grupo. No se busca una reforma al sistema migratorio que le permita un acceso ordenado al que quiera entrar a Estados Unidos. El debate ha sido básicamente entre sugerencias legislativas para expulsar o para explotar a los mexicanos y a todo aquel que entre por la frontera sur. No se puede llegar a un acuerdo si no se habla claro. Un debate migratorio bien definido tiene que incluir todas las fronteras y todos los puntos de entrada. Tenemos que determinar como vamos tratar a los inmigrantes de todos los países del mundo de una forma similar y justa.

Si los Demócratas van a estudiar el problema migratorio tienen que definir el tema. México es parte del Tratado de Libre Comercio de Norte América (NAFTA) y por lo tanto parte de Norte América, desafortunadamente es la parte pobre, católica y que no habla Ingles, pero es parte del futuro Mercado Común Norteamericano.

México, como nación libre y soberana, ha sido nuestro vecino por 185 años. Los problemas migratorios con nuestros vecinos del sur no son nada nuevo. La presente situación emana del 1992 con la implementación de NAFTA y la eliminación de tarifas y subsidios lo cual acelero la gran diferencia entre los pobres y los ricos en México, empujando miles de campesinos empobrecidos de la noche a la mañana hacia un norte que los necesitaba y les daba la bienvenida.

Los Demócratas tienen la oportunidad encontrar una solución si enfocan sus estudios correctamente y separan los temas. La reforma migratoria es una cosa y el problema con México es otra. Mientras ambos temas sigan siendo discutidos y estudiados como uno solo no se llegara a resolver ninguno de los dos.

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